Mañana algo fría que se compensó rápidamente con los desniveles que Manolo había preparado para esta travesía. Esa sensación de respirar aire como si tu paladar pudiese degustarlo, es la que tienes al subir cada cuesta y al llegar a la cumbre le incrementas el placer de poder ver esos paisajes.
No sabemos de que forma estos rastreadores de rutas llegan a encontrar nuevos caminos para que todos disfrutemos, pero lo que si sabemos es el trabajo que hay detrás de todo ello.
Gracias Manuel por esta y otras tantas rutas que propones para que todos disfrutemos de la Bicicleta.
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