Una marcha la cual exigía una hora temprana de comienzo para que el final fuese acorde con el horario previsto.
La emoción a realizar una ruta con luz artificial crea un estado de subida de endorfinas positivas que hacen que la travesía sea una verdadera aventura a esas primeras horas.
Mas tarde, ya con el sol en la calle la perspectiva cambia y la visualización de los grandes campos de cultivo, nos acompañan hasta nuestra entrada a Écija.
Ningún percance de importancia salvo algunas pequeñas averías, hizo de este día uno para enmarcar.
GRACIAS ALFONSO
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